En ocasiones, un palo puede ser una varilla o poste que se emplea para atar, sujetar o delimitar algo. Por ejemplo: “Voy a atar el caballo a aquel palo mientras comemos”, “Si clavas un palo en la maceta, lograrás que la planta crezca erguida”, “Me tropecé con un palo que estaba en el borde de calle para impedir que los vehículos suban a la acera